domingo, 10 de mayo de 2009

Los minusválidos de Ferrol pusieron más multas que la policía local en dos años

En esta campaña simbólica, los discapacitados amonestan a los que aparcan en sus plazas reservadas ·· Guerra a las barreras arquitectónicas.



Cada escalera, un laberinto sin escapada. Y cada bache, una fosa medieval. Así se enfrentan las personas discapacitadas a las barreras arquitectónicas, en ciudades como Ferrol. Pero a los edificios sin rampas y a los buses no adaptados, también se suma el mal uso de las plazas reservadas. Hasta tal punto que la Asociación Sociocultural de Minusválidos lleva dos años multando simbólicamente a los que estacionan en sus espacios.

Y en todo este tiempo, han impuesto más sanciones que la Policía Local. Según Ángel Gárate, presidente de la entidad, "decidimos multar de forma ficticia a los que aparcan en nuestras plazas sin tarjeta de minusválido". Unos huecos ya insuficientes en Ferrol, y copados muchas veces "por conductores con tarjetas falsificadas". Gárate se encontró con uno de ellos frente a la asociación: "Llegó a decirme que la tarjeta era de su madre minusválida, mientras él se bajaba del coche con un portátil".

Lo más sangrante para esta entidad: "El incumplimiento de la ley en cualquier edificio privado, en restaurantes y cafeterías, en buses no adaptados". Y los accesos se complican aún más "a la hora de entrar en un baño, por cada local accesible hay veintidós que no lo son".

Atención a la ruta intransitable para una silla de ruedas por la carretera de Castilla: "La mitad de los pasos de peatones no tienen acceso desde la acera, caes en verdaderas trampas y el Ayuntamiento no hace nada". Otro caos se vive con los autobuses. Según indica Gárate, "tras el Plan Metropolitano se compraron buses nuevos pero no están adaptados", así que los vecinos discapacitados de la comarca "no pueden viajar en autocar hasta Ferrol".

Como detectores de las barreras también actúan los voluntarios más comprometidos, como Jacobo Gil. Este joven trabaja en una ONG ferrolana desde 2005, y cada semana dedica cuatro horas a pasear con minusválidos. Indica "los pasos sin señalizar en San Juan donde se registraron atropellos, las aceras destrozadas...". Él se ha subido con sillas de ruedas a buses sin adaptar: "Por ley, cada autocar debería contar con tres plazas para discapacitados pero la mayoría no tienen ninguna". Incluso los adoptados sólo disponen de una o dos, mientras los mayores se ofrecen para echar una mano en el izado de las sillas.

Jacobo ha recurrido al escrito de denuncia, dirigido a entidades y medios. Y demuestra su sublevación a través de extractos como el siguiente: "Cuando voy en el bus veo a más de una persona de avanzada edad haciendo el gran esfuerzo de llevar a su mujer o a un familiar en silla de ruedas, dejándose los riñones porque para cruzar la calle los bordillos no están adaptados, me resulta indignante". Barreras invisibles para las personas con movilidad, pero infranqueables para muchos.

ElCorreoGallego, 10-05-2009
ElPais, 7-05-2009

1 comentario:

  1. Haber, es la misma noticia en los dos periódicos con la misma fotografía.
    Lo que hice fue poner lo dos enlaces y en las etiquetas puse los dos periódicos.

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