La Audiencia coruñesa ha condenado a 38 meses de cárcel a un celador de un centro de grandes inválidos de Ferrol del Imserso por abusos sexuales a dos de las internas. Se da la circunstancia de que una de ellas es paralítica cerebral. Ambas se mueven en silla de ruedas accionadas por baterías. Para cometer los abusos, explica la sentencia, Rafael M.?H. desconectaba el motor de las sillas para inmovilizarlas.
Los tocamientos -el fallo descarta felaciones, cosa que denunciaron las chicas- se iniciaron en el 2001, aprovechando que el empleado y las víctimas se encontraban a solas en los ascensores o las habitaciones. Las mujeres ejercieron la acusación a través de la letrada Enma González Álvarez y lograron que siguiese adelante a pesar de algún archivo.
No obstante, el tribunal reconoce retrasos indebidos en la tramitación y por ello aplica la atenuante de dilaciones indebidas y también la del alcohol, porque el acusado había bebido. Aun así las penas son de un año y siete meses por cada uno de los dos delitos de abusos, e indemnizaciones de tres mil euros a cada una de las mujeres, con la responsabilidad subsidiaria del Imserso.
LaVozdeGalícia, 24-01-2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario