jueves, 11 de febrero de 2010

El Concello eliminará barreras arquitectónicas en unos cien pasos peatonales de la ciudad


Los nuevos pasos de peatones que se van instalando en la ciudad cumplen las condiciones necesarias para que puedan ser utilizados por personas con problemas de movilidad reducida o invidentes. Sin embargo, todavía quedan muchos puntos de cruce de viales que suponen importantes barreras arquitectónicas no sólo para estos colectivos sino para su uso general, ya que además de la dificultad de acceso, no son respetados por los vehículos, que estacionan en sus extremos, por lo que pierden su funcionalidad.

Los fondos estatales procedentes del Plan E correspondiente a 2010 supondrán una nueva oportunidad para hacer una ciudad más accesible. De ahí que se haya incluido un proyecto de eliminación de barreras arquitectónicas en pasos de peatones que afectará a los distintos barrios. Una inversión de 104.000 euros y un plazo de ejecución de las obras de seis meses permitirán mejorar la calidad urbanística de la ciudad.
El origen de este proyecto, tal y como explicó el concejal de Mobilidade e Accesibilidade, Gerardo López Castrillón, está en la comisión de accesibilidad de la que forman parte diversos colectivos. En ésta se planteó la necesidad de llevar a cabo unas rutas accesibles, por las que las personas con diversidad funcional pudiesen desplazarse de forma segura. Partiendo de este planteamiento, y entrando en el ámbito de las actuaciones que se podrían ejecutar con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, se presentó un proyecto que recoge la intervención en cerca de 100 puntos de la ciudad.
La idea, según explicó el responsable de las políticas de movilidad del Concello, Gerardo López, pretende conjugar qué se puede hacer, dónde y si además de prestar este servicio pueden tener otra finalidad.
Con esta base, se plantean dos soluciones técnicas diferentes para suprimir los pasos “impracticables”. Una de ellas consistirá en la disminución de los bordes de las aceras en el ancho de la zona ocupada por el paso de peatones y con pendientes suaves y pavimento de textura y color diferenciados, detectables por invidentes.
Si esta solución no es viable, se optará por la construcción de pasos elevados, procediendo a la elevación del asfalto hasta la altura del bordillo. Esta opción supone un doble beneficio ya que además de facilitar el tránsito de peatones sin mayores complicaciones físicas, permiten, demás, un control de la velocidad de los vehículos que circulan por la zona.
En este sentido, el edil del área explicó que este segundo tipo de pasos serían los adecuados para instalar en las inmediaciones de la “supermanzana” peatonal, ya que además de facilitar los cruces de calles, harían que los vehículos fuesen reduciendo sus velocidades de cara a la entrada en el centro de la ciudad.

DiariodeFerrol, 9-02-2010

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