La delegación naronesa de la Asociación Sociocultural de Minusválidos destaca el grado de concienciación mostrado por los conductores en los dos primeros meses de campaña. Pero la entidad pide a los agentes municipales un mayor control en el uso de las plazas reservadas.
La coordinadora del voluntariado de la Asociación Sociocultural de Minusválidos (ASCM), Paula Gárate, asegura que la gente está respondiendo de forma positiva y empieza a respetar las plazas de reservadas para minusválidos , que en todo el término municipal de Narón se reducen a quince.
La mayoría de éstas, un total de cuatro, se localizan en la calle Cataluña, en las proximidades de Odeón; mientras que en la Praza de Galicia, centro neurálgico del concello, tan solo existe una; al igual que en las calles río Castro y Finca Federico. Los viales 25 de julio, Lugo y Ferrol, así como la Estrada de Castela disponen cada una de dos plazas.
Esta carencia de lugares de estacionamiento para personas con movilidad reducida ha llevado a ASCM a iniciar a mediados del pasado mes de junio una campaña de multas simbólicas, que se imponen no sólo a los vehículos que ocupen plazas reservadas para este colectivo aún careciendo de tarjeta de estacionamiento, sino también a aquellos situados delante de una rampa o paso de peatones o encima de las aceras. Durante estos meses de verano, la asociación ha decidido extender esta campaña a las inmediaciones de las áreas recreativas y zonas de esparcimiento de la localidad, así como a las playas de la comarca.
Aunque hasta el próximo mes de septiembre esta entidad social no computará las sanciones impuestas se han imprimido un total de 10.000 Paula Gárate dice que las reacciones de los multados son muy variadas, ya que los hay que nos piden disculpas e incluso se muestran dispuestos a pagar la sanción, pero otros hasta nos amenazan si nos aproximamos a sus vehículos .
Gárate pide un mayor celo a la Policía local a la hora de exigir que se cumpla la normativa. Asimismo, la asociación apunta que las dimensiones de las plazas reservadas deberían de ser más anchas, puesto que en el caso de los coches adaptados para sillas de ruedas, que en la situación actual no tienen otro remedio que invadir parte de la calzada .
Por último, la responsable de la asociación de minusválidos también reclama la solidaridad del colectivo para que no se monopolicen las pocas plazas reservadas disponibles .
Al respecto, Paula Gárate señala que lo ideal sería que se limitara el tiempo de estacionamiento al igual que sucede con la zona azul , pero la normativa vigente no establece nada sobre este asunto.
Diario de Ferrol 24-07-2006
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