OURENSE DESPIDE ESTA TARDE AL FUNDADOR DE LA ASOCIACIÓN AIXIÑA

Recaredo Paz, un pionero en la reivindicación social, falleció a los 58 años

La sociedad ourensana despide hoy a Recaredo Paz, uno de los principales impulsores de la dignificación y normalización social del colectivo de personas discapacitadas de Ourense a través de Aixiña, la asociación que él mismo creó y presidió durante casi veinte años.
Su fallecimiento el jueves, tras una larga enfermedad, conmocionó al mundo asociativo de la ciudad y, principalmente, a los trabajadores, voluntarios, socios y usuarios de Aixiña.
El tanatorio, como no podía ser de otro modo, está instalado desde la jornada de ayer en la sede de la asociación que creó, en el número 7 de la calle Farixa.
Esta tarde, a las cinco y media, se oficiará el entierro en la iglesia parroquial de San Miguel de Taboadela. El funeral será el lunes que viene, a las seis de la tarde, en el mismo lugar.
La labor de Recaredo Paz, según recuerdan sus trabajadores, fue la de «un luchador que nunca se rindió» y la de «una persona especialmente honesta».
El recuerdo de un pionero
Pero las reacciones ante la pérdida de esta referencia del ámbito social llega también de otras entidades con las que Recaredo Paz trabajó o colaboró.
Desde Aspanas, su gerente, Juan José Rodríguez recordaba una amistad que se remonta a la adolescencia: «Cuando yo tenía dieciséis años él ya era un ejemplo a seguir. Era un persona tremendamente humilde y sencilla, pero con una gran fuerza. Él siempre luchó contra todos los imprevistos que surgieron. Ha sido una luz para la discapacidad».
En la Cruz Roja de Ourense destacan los muchos años de colaboración, así como «su valor humano y voluntario, los principios que tenía y la excelente persona que era. Fue un gran amigo de nuestra institución».
Desde su entidad, Aixiña, recuerdan con especial emoción que «fue el pionero en el mundo de los discapacitados y un hombre conciliador que siempre cedió el protagonismo. Él abrió las puertas a la normalización social de los discapacitados y logró su integración laboral. Muchas personas, sin él, hoy no tendrían trabajo».

La Voz de Galicia, 1/11/2008