Raquel Pardo Orjales Delegada de la ASCM en Cedeira
Raquel Pardo Orjales (Venezuela, 1968) es desde el pasado mes de octubre la delegada en Cedeira de la Asociación Socio-Cultural de Minusválidos (ASCM). Asegura que poner en marcha un colectivo de estas características en el municipio era «una necesidad imperiosa» y confiesa que empieza a notar un cambio de sensibilidad en las administraciones y en la sociedad.
-Antes de ser la delegada de la ASCM, ¿estaba vinculada a algún colectivo de discapacitados?
-Siempre he estado muy sensibilizada con este tema, porque tengo un niño con una minusvalía. Antes acudíamos en Narón a las actividades de la entidad, y ahora en Cedeira.
-¿Con qué objetivo nace esta entidad en Cedeira?
-En este municipio hay muchas personas con discapacidad, sobre todo, personas mayores, porque niños no hay tantos. Tenemos sobre sesenta socios, que es una cifra muy buena, teniendo en cuenta que Cedeira es un concello pequeño y que solo llevamos trabajando desde hace unos meses.
-¿Cuáles son sus objetivos para este año?
-El más importante es poner en marcha un servicio de transporte adaptado. La delegación de la asociación de Ferrol nos va a facilitar una furgoneta y ahora estamos pendientes de firmar un convenio con el Concello, pero confiamos en que lo vea con buenos ojos. Esperamos que en marzo o abril el servicio esté funcionando.
-Hace unos meses, hicieron un recorrido por la villa en silla de ruedas para denunciar las barreras arquitectónicas.
-Sí, es un problema muy grave. Por ejemplo, en el polideportivo municipal, donde tenemos la sede, no hay servicios para minusválidos o por ejemplo no existe una piscina adaptada. En la calle pasa lo mismo, hay aceras que impiden subirse a una persona en silla de ruedas.
-¿Qué actividades están realizando en estos momentos?
-Ahora en el mes de febrero vamos a hacer un curso sobre papiroflexia, y más adelante, llevaremos a cabo otros, uno de cestería y otro de artículos de cuero.
La Voz de Galicia, 30/1/2008
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